Mensaje
de
Adriana

En nombre del equipo de Tropicalia, me complace presentarles nuestro Informe de Sostenibilidad 2020, que detalla nuestro  desempeño social y ambiental en uno de los años más retadores para el mundo y para cada uno de nosotros.  Mientras elaborábamos  la décima edición de nuestro informe anual, el impacto de la pandemia del COVID-19 pesó mucho en nuestro corazón; los trastornos económicos y sociales, el cierre de las escuelas, la lucha por mantener la salud mental y emocional, la pérdida de seres queridos, y muchas otras cosas más,  se tradujeron en un dolor colectivo del cual no nos escapamos.  Estos tiempos, aunque difíciles, también han impulsado cambios que habrían tardado años, si no décadas, en ser adoptados; por ejemplo, la transición a nivel global de  la educación primaria y secundaria presencial a plataformas virtuales; o la aceptación masiva del cambio climático como un riesgo inminente de tal forma que se ha convertido en un tema prioritario para los gobiernos y las empresas. El ejercicio que emprendemos para producir un reporte anual nos lleva a todas estas reflexiones, y sin lugar a dudas se convierte en una actividad invaluable, ya que nos permite el espacio para analizar los riesgos mitigados y las oportunidades aprovechadas durante un año verdaderamente desafiante.  

El primer trimestre de 2020 comenzó con buen pie.  Habíamos iniciado los primeros pasos de construcción con  nuestro socio Bouygues Construcciones República Dominicana, aplicamos los programas y protocolos de nuestro sistemas de gestión ambiental y social, nos acercamos a las partes interesadas del proyecto, y cumplimos con nuestras obligaciones ambientales ante la autoridad dominicana. Al mismo tiempo, firmamos los acuerdos de financiamiento con los principales bancos financiadores del proyecto. Es así que a principios de marzo, estábamos totalmente preparados para comenzar la compactación del terreno y la construcción vertical del proyecto. Sin embargo, paralelamente a nuestros avances, el primer caso de COVID-19 fue detectado en la República Dominicana y para el 19 de marzo, el gobierno declaró el estado de emergencia nacional, ordenando el cierre de escuelas, hoteles y restaurantes en todo el país, y el cierre completo de sus fronteras por aire, mar y tierra.

Con el cierre colectivo a nivel mundial sufrimos el momento de incertidumbre como todos acerca de la gravedad de la pandemia para nuestra salud y para la economía, y el tiempo por el que se podía prolongar la crisis. En lo que respecta a Tropicalia, luego de un profundo análisis sobre el golpe que sufrió nuestro sector, y para garantizar la continuidad de nuestro negocio, decidimos: poner en  «pausa» nuestros esfuerzos de construcción; desarrollar y aplicar políticas de trabajo desde casa y protocolos de seguridad COVID-19 para proteger a nuestro personal y empleados; y  reducir  nuestra plantilla en un 20%. No fueron decisiones fáciles, sobre todo el recorte de personal; agradecemos enormemente la dedicación y contribución de nuestros antiguos colaboradores con nuestro trabajo y misión.

Tras el caos inicial que caracteriza a los cambios bruscos, nos sumergimos en la nueva normalidad y fuimos identificando las oportunidades únicas que se iban materializando. A finales de año, concluimos exitosamente los cierres de contrato con nuestros financiadores y socios de construcción. También obtuvimos el apoyo necesario de parte de nuestro socio hotelero para encaminar un proceso de rediseño para adaptar el proyecto al propietario de segunda residencia y viajero post-pandemia.

La Fundación Tropicalia también se movilizó para responder a las necesidades puntuales de la comunidad.  Entre sus acciones, podemos citar: la distribución de mascarillas y jabón a las comunidades más necesitadas de Miches; el lanzamiento de SNSI en casa, lo que permitió llevar contenidos del campamento de verano Soy niña, soy importante, directamente a los hogares de las niñas. A pesar de las dificultades operativas del 2020, pudimos alcanzar a 3,323 miembros de la comunidad a través de seis programas. 

Ciertamente, 2020 nos puso a prueba a todos. Sin embargo, también resaltó una cualidad que ha caracterizado a nuestra organización desde sus inicios – la RESILIENCIA.  En estos tiempos he recordado el legado que han dejado mi padre y abuelo, y los desafíos que han enfrentado y superado para prosperar en contextos de incertidumbre política, desastres naturales y externalidades de todo  tipo a lo largo de casi cien años del grupo de empresas Cisneros. Hoy, este legado se renueva y se refuerza una y otra vez a través del compromiso que tenemos con la sostenibilidad empresarial.  De hecho, Tropicalia ha superado los desafíos de la pandemia gracias en gran parte a nuestra gestión sostenible.

El turismo será uno de los primeros sectores en recuperarse al abrirse las fronteras nuevamente; además, nos emociona aún más evidenciar  cómo los líderes mundiales del turismo han enfatizado la sostenibilidad como el mejor vehículo para lograrlo. Según la Organización Mundial del Turismo, la recuperación turística  «dependerá de la capacidad del sector para equilibrar las necesidades de la gente, el planeta y la prosperidad». Esta siempre ha sido la visión de Tropicalia, y su oferta tiene todo el potencial de mejorar miles de vidas al tiempo que respeta y restaura el medio ambiente.

Gracias a todos los que siguen apoyando nuestro camino y que también trabajan para fortalecer la sostenibilidad del sector turístico.

ADRIANA CISNEROS